La gente nunca sonreía en las fotografías viejas, y algunas de las razones son muy sombrías

Si miras detalladamente una fotografía realmente vieja, encontrarás expresiones sombrías y rostros con el ceño fruncido devolviéndote la mirada. Pero, ¿por qué todos estaban de tan mal humor? Los expertos creen que han encontrado al menos algunas respuestas, y algunas son más siniestras de lo que piensas. Y con eso nos referimos a mortalmente siniestras. Sin embargo, no todas las fotos viejas son serias, y los raros ejemplos alegres son increíbles.

Así que, ¿por qué la cara larga? No eres el único que se ha hecho esa pregunta. Ha estado en la mente de los expertos durante mucho tiempo y no pocas búsquedas en Google están dedicadas al tema. Si esas miradas hoscas escondían algo, se llevaron sus secretos a la tumba.

Pero a veces las cosas no permanecen enterradas. Los historiadores han descubierto varias pistas que podrían proporcionar una respuesta. Y como cabría esperar de las peculiares actitudes de los siglos pasados, no todas son mundanas. El tema de las fotografías viejas va de lo insólito a lo inquietante. Así que toma tu pala, porque vamos a excavar en las profundidades del pasado.

En primer lugar, quizás pienses que las selfies son un invento moderno. Después de todo, en la sociedad actual están en todas partes. Oxford Dictionaries incluso ascendió de categoría a la palabra "selfie" al convertirla en su palabra del año en 2013. Pues bien, aunque los autorretratos no eran tan comunes en los siglos anteriores, de hecho sí existían.

La primera selfie es mucho más antigua de lo que piensas. Te presentamos a Robert Cornelius, un químico que también se convirtió en pionero de la fotografía. Incluso se tomó la primera selfie registrada cuando se usó a sí mismo como sujeto de prueba para su cámara. En el reverso de la fotografía, Robert garabateó: “La primera fotografía con luz jamás tomada. 1839.”